Music

Opinión sobre la novela

sábado, 29 de septiembre de 2012

Capítulo 16. Parte 2/2



Durante el camino estuvimos en silencio absoluto. Hasta que Harry lo rompió.
-          Se pondrá bien. Tranquila.
-          Me gustaría estar tan segura como tú…  ¿Cómo… como ha pasado todo?
-          No lo sé, todo ocurrió muy rápido. En el momento en que llamaron a Louis fuimos a avisarte.
-          Gracias… -llegamos y Harry aparcó en la puerta del edificio. –Harry, quédate conmigo. Por favor. –él me sonrió y se bajó del coche para abrirme la puerta. Subimos y entramos al apartamento. En aquel momento recordé algo.
-          Siéntate. Tengo que hacer una cosa. –le avisé a Harry. Me adentré en la habitación y tomé mi teléfono móvil. Pulsé el número de mi madre y en unos instantes este estaba sonando.
-          ¿diga? –dijo su voz al otro lado del teléfono.
-          Mamá… -mi voz estaba ronca a causa del llanto.
-          Oh, cariño… ¿Cómo está Diana? Melisa me lo ha contado todo…
-          Está mal mamá –no pude evitar comenzar a llorar de nuevo. –nunca creí que la vería así.
-          Hija, no sabes cuánto lo siento… me gustaría estar allí, pero no puedo. No en este momento.
-          ¡Pero es tu hija! Te necesita.
-          ______, no puedo. Entiéndeme.
-          ¡No! ¡Yo no puedo entender eso! –exclame furiosa antes de colgar el teléfono. Puse las manos en mi rostro y comencé a sollozar. Sentí que alguien estaba a mis espaldas.
-          Por favor, no llores.
-          Yo no entiendo nada, Harry. No sé que he hecho para que me pase todo esto… -Me di la vuelta y me encontré frente a Harry. Lo abracé fuertemente y él me correspondió.
-          Cuenta conmigo para todo lo que necesites. –tomó mi barbilla y nuestras miradas se cruzaron. Poco a poco se fue acercando a mí hasta que juntamos nuestros labios. Nos separamos y limpió mis lágrimas.
-          Te necesito a ti. –dije antes de besarlo de nuevo.
Mientras tanto en el hospital…
Narra Louis
Diana, mi pobre Diana… no entiendo porque estas cosas tienen que ocurrir. Hoy todo es alegría y tranquilidad y mañana todo es oscuro y nefasto. Me dolía en el alma observarla en ese estado. Me acerqué a ella y tomé su débil mano.
-          Te pondrás mejor, pequeña. Sé que lo harás. –di un suave beso en su mejilla. De un momento a otro el monitor cardiaco comenzó a sonar aceleradamente. Esos pitidos pasaron de ser tranquilos a ir cada vez más acelerados. Salí rápidamente al pasillo y observé a los chicos que se levantaron al verme tan agitado.
-          ¡chicos! ¡Necesito un médico! –comencé a gritar desesperado. -¡por favor! ¡un médico! –en cuestión de segundos apareció un hombre con bata y dos enfermeras siguiéndole. Se adentraron en la pequeña habitación y cerraron la puerta. Yo no podía ver lo que estaba sucediendo. Eso me frustraba más. Después de bastante tiempo esperando, salió el médico seguido de una de las enfermeras, que se retiró dejando al hombre solo, delante de nosotros.
-          ¿Sois familiares de la paciente? –todos asentimos. –tengo que informaros de un asunto delicado… Necesito que uno de vosotros venga conmigo. –todos me miraron a mí, por lo que fui yo el que acompañó al doctor a su despacho.
-          ¿Qué está pasando? –pregunté.
-          Esto es un tema delicado, joven. La paciente ha sufrido graves lesiones alrededor del cerebro, en concreto, hemos detectado un hematoma en este lugar y… -el doctor dejó de hablar.
-          ¿¡Y qué!?
-          Ha entrado en estado de coma.
-          ¿Có…cómo? –mi voz temblaba. No podía creer lo que acababa de escuchar. –No, no puede ser. ¡Debe de haber una equivocación! Por favor…
-          Por favor, tranquilízate. Lo que te digo es totalmente cierto.
-          Pero… a Diana no le puede estar pasando esto. ¡No! ¡A ella no!
-          Lo siento… solo nos queda esperar, pueden pasar semanas, meses e incluso años y quizás ella siga durmiendo. O tal vez despierte mañana mismo. Es imposible saberlo con certeza. –se levantó y abrió la puerta. –Vamos, debemos comunicárselo a tus amigos. –me levanté y lo seguí.
Narra ______:
-          Te necesito aquí a mi lado. –Creo que por fin mi orgullo y yo nos habíamos separado.
-          Yo también. No puedo seguir engañándome. –dijo Harry sonriendo. ¿Entonces…
-          ¿Entonces… -le incité yo a seguir su frase.
-          ¿Quieres que… ya sabes… estemos juntos? –creo que en ese momento me sonrojé como nunca. Obviamente era lo que quería. Solo que no me lo esperaba, así que lo que hice fue abrazar a Harry y esconder mi sonrojo en su cuello. Sentí como el rió.
-          ¿Qué pasa?–dijo emitiendo una sonrisa.
-          Es que… me da vergüenza… -estaba demasiado nerviosa, lo único que hacía era morder mis uñas.
-          Bueno, entonces me voy. –dijo bromeando.
-          ¡No! Quiero decir ¡sí!... un momento ¡no! –me estaba haciendo un lío. –lo que quiero decir es que no te vayas… quiero estar contigo. –sonreí.
-          ¿Eso es un sí?
-          Obviamente. –Harry se acercó a mí y acabamos aquel momento con un beso.

Narra Louis:
-          Creo que es mejor que sea su hermana la que les dé la noticia. –le dije al doctor.
-          De acuerdo. Si me necesitáis estaré en mi oficina, yo seré el doctor que atienda el caso de tu novia.
-          No… no es mi novia, ¿podemos pasar a verla?
-          Yo os recomiendo que vengáis mañana, Diana está muy débil en este momento.
-          Bueno, está bien. Hasta luego- me despedí del doctor y me dirigí hacia donde se encontraban los chicos. No diría nada, sería mejor esperar a que ______ hablara.
-          ¿Qué te han dicho? –preguntó María rápidamente cuando me vio llegar.
-          Eh… -no sabía que decirles en aquel momento. –está muy débil, pero…
-          Habla Louis.
-          Será mejor que os lo cuente ______cuando lo sepa. Me voy a buscarla, adiós.
Harry se había llevado el coche, tendría que ir en taxi… ¿Qué más tiene que ocurrir hoy? Como pude me tapé para pasar desapercibido y conseguí subirme en un taxi rápidamente. Iba sumergido en mis pensamientos hasta que el conductor me avisó que habíamos llegado. Le pagué y bajé del vehículo. No tenía ni idea de cómo darle la noticia a ______. Esto era muy duro, quería ser fuerte, pero si las cosas se ponían peor me derrumbaría. Toqué el timbre y me abrió Harry, parecía contento.
-          Hey, Lou, ¿Qué te trae por aquí? ¿y por qué esa cara?
-          ¿Dónde está ______? Tengo que hablar con ella, es urgente.
-          Se está duchando. ¿Pero qué ha pasado?
-          A ti no puedo ocultártelo. Siéntate por favor, esto es serio.
-          Louis, me estás asustando, dímelo.
-          Diana… ha sufrido golpes muy graves en la cabeza… en este momento está… -me quedé callado un instante. Sentía la mirada de Harry atenta a todo lo que mi boca pronunciaba.
-          ¿¡qué pasa, Louis!?
-          Está en coma.
-          ¿¡Qué!? –creo que una tercera persona se había unido por accidente a la conversación.


Narra ______:

Acababa de salir de la ducha. Mientras me vestía tarareaba una canción. ¿Estaba feliz? Puede ser. Me peiné y sequé el cabello y estaba a punto de salir de la habitación cuando oí que alguien llamó a la puerta. Mi instinto me dijo que no saliera, así que me quedé escondida escuchando y observando la conversación. Era Louis, y parecía realmente preocupado. Oí que le preguntó a Harry donde estaba yo. Luego se sentaron, estaban susurrando algo. Harry se exaltó porque Louis no terminaba de contar lo que estaba diciendo y segundos después sentí como todo lo que me rodeaba se derrumbaba de golpe.
-          ¿¡Qué!? –pregunté sintiendo como las lágrimas comenzaban a salir de mis ojos.  Harry se levantó del sofá nada más notar mi presencia y fue a rodearme con sus brazos mientras yo estaba inmóvil.
-          Lo siento, ______. De verdad no quería que te enteraras así. Tú hermana está muy mal. –dijo Louis. Él no tenía la culpa de nada, me separé cuidadosamente de Harry y fui a abrazar a Lou.
-          ¿Por qué, Louis? Por más que lo intento, no consigo entender porque le tiene que ocurrir esto a ella.
-          Tranquila, estamos contigo. –dijo refiriéndose a Harry y a él. –verás como saldremos de esto.
-          Tenemos que ser fuertes por ella, ______. –añadió Harry.
-          ¿Los demás ya lo saben? –pregunté secándome las lágrimas en vano.
-          No, es mejor que seas tú la que hable. –en ese momento sonó el timbre. Le pedí a Louis que abriera, yo me senté en el sofá con Harry y apoyé la cabeza en su hombro.
-          Gracias- susurré. –gracias por estar aquí conmigo.
-          Siempre lo estaré. –sonrió acariciándome el pelo. Todos los chicos, incluidas María y Daniela, entraron y dirigieron su mirada a mí.
-          Por favor, cuéntanos lo que está pasando. –rogó Liam, que se acercó a mí, se agachó y tomó mi mano.
-          A diana le han diagnosticado un coma. –dije como pude, la voz casi no me salía en aquel momento.
-          Dio mío. –dijo Daniela llevándose una mano a la boca. Todos se quedaron mudos.
-          Estamos contigo ______. Debemos ser fuertes. –dijo Niall rompiendo el silencio.
-          Sí, por Diana. Estoy seguro de que a ella no le gustaría vernos derrumbados. –añadió Zayn. Les sonreí a todos y formamos un gran abrazo de grupo. Estos pequeños detalles eran los que hacían que todo lo que estaba pasando no fuera tan duro. Nunca pensé que estos chicos y yo seríamos amigos, es algo irreal.
Todos nos quedamos en mi casa hasta que llegó la tía Melisa y le dimos la noticia. Al contrario que mi madre, ella si se preocupó por Diana e insistió en ir a verla, pero la pobre estaba agotada así que le dije que iríamos mañana. Obligué a mi tía a irse a dormir, y a los chicos a su casa. Al principio todos se resistieron, pero luego los convencí. A todos menos a Harry, él no quería irse de ninguna manera. Así que le dejé quedarse con permiso de mi tía. Aún nadie sabía de lo nuestro, todavía no era el momento adecuado para hablar de ello. Me despedí de los chicos prometiéndoles que mañana iríamos todos a ver a Diana. La tía Melisa se marchó a dormir y Harry y yo nos quedamos sentados en el sofá en silencio.
-          ¿En qué piensas? –me preguntó curioso.
-          En mi madre, todavía no sabe nada. –me acerqué a él y me recosté en su hombro.
-          Hablaremos con ella mañana, tranquila.
-          ¿Hablaremos?
-          Claro, te dije que estaría contigo en todo.
-          Te quiero. –levanté mi cabeza y lo  miré a los ojos.
-          Yo más, ven aquí. –tomó una manta y los dos nos acurrucamos terminando dormidos en el sofá. 

He aquí la continuación del capítulo 16 :) Muchísimas gracias por la espera, y espero que haya valido la pena ;) La semana que viene subo el siguiente! ^^ besoss Atte: Daniela xx:) 


Perdón si soy pesada pero me gustaría que comentaseis los capítulos (las que no lo hacen) es bueno saber la opinión de la gente. Gracias :)

6 comentarios:

  1. Es muy linda tu nevela!!, pobre Diana :(, Siguela plisss no nos dejes con la intriga ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias ^^ la semana que viene subo nuevo cap. :) gracias por comentar!

      Eliminar
    2. Siii porfavor!!nos vas dejar con la intriga toda una semana?? dasdasdasdasddas Nono denada!!!!!

      Eliminar
    3. Jajaja no sabes lo que me duele hacerlo! :( las clases me impiden subiros capítulos más seguido, pero tengo una buena noticia :D quizás hoy suba uno nuevo, solo digo quizás porque no tengo escrito nada, pero tengo la tarde libre ^^ besoss

      Eliminar
    4. U.u, si el cole siempre es asi, pero no te hagas problema, esperamos con paciencia!!!!!! y ojala qe puedas subir uno muy prontito!!!
      Besos

      Eliminar
  2. AAAAA Marina! borré tu comentario sin querer :S perdóname jaja no soy normal! pero de todas formas me lo leí e intentaré responderte: Pobrecita :( pero es que tengo que darle emoción a la historia!Si no, no vale! ¿a qué sí? Es un TIERNO con letras mayúsculas :3 Por supuesto que sí, quiero mataros! esa es la razón de mi existencia, acaso lo dudabas? es bromita jajaja besitosss ^^

    ResponderEliminar