Mi móvil comenzó a sonar. Estaba
tan cansada que ni siquiera me digné a abrir los ojos, simplemente empecé a
tocar todo lo que se encontraba en la mesita hasta que al fin encontré el
aparato entre tantas cosas. Mis parpados se abrieron lentamente hasta ver un
número desconocido en la pantalla del móvil. No tenía ganas de contestar, pero
podía ser importante. Así que pulsé el botón verde y me coloqué el objeto en la
oreja.
-
¿diga? –pregunté con una adormilada voz.
-
Hola ______, ¿Te he despertado?
-
No –mentí -¿con quién hablo?
-
Soy yo, Harry. –no puede ser, ¿Cómo demonios
consiguió mi número?
-
¿Harry Styles miembro de la famosa banda
británica del momento, One Direction?
-
El mismo
-
¿Cómo has conseguido mi número?
-
Tengo contactos. Te llamaba para preguntarte si
quisieras salir esta noche conmigo.
-
Lo siento, tengo planes –volví a mentir.
-
¡vamos ______! Tenemos que aclarar algunas
cosas. Por favor. –uhm, esto se pone interesante. No todos los días un famoso
te ruega que salgas con él.
-
De acuerdo… si no me queda más remedio tendré
que aceptar. –dije refunfuñando.
-
Perfecto –supuse que estaba sonriendo en aquel
momento. –pasaré por ti a las siete. –no me dio tiempo a decir nada más, él ya
había colgado. Bueno, a ciencia cierta necesitaba hablar con Harry. No podíamos
dejar las cosas así, esta noche definiríamos nuestra situación.
Me fijé en que
Diana no se encontraba en su cama, quizás estaba en el baño. Me levanté y me
puse mi famoso albornoz con estampado de tréboles. Fui hasta la cocina
esperando encontrarme a la tía Melisa, pero me equivoqué. Últimamente no veía
mucho a mi tía, siempre estaba ocupada en asuntos de los que nunca me hablaba…
cogí un bol para prepararme unos cereales y al acabar fui a comérmelos en el
salón. Un poco de zapping no estaría mal antes de mi “cita” si es que así se
puede llamar. Era temprano, las diez de la mañana, tenía tiempo de hacer otras
cosas. Terminé los cereales y fui a cambiarme, Diana todavía no salía de la ducha,
que extraño. Algo no iba bien, entré al baño y estaba en lo cierto. Mi querida
hermana no se encontraba en la casa. No me preocupé por eso, lo más lógico era
que estuviese con Louis y él era una buena persona. Lo que me molestaba de su
relación era la considerable diferencia de edad. Tres años son mucho, en tres
años la forma de pensar cambia y quizás Louis y Diana no estén pensando en lo
mismo, no sé si me lográis entender, yo misma me estoy confundiendo… bueno, hoy
por lo menos no me preocuparé por Diana, sino por mí. Me vestí normal, solo iba
a ir al centro comercial. Me puse unos jeans ajustados, con una camiseta roja y
mis converse, rojas también. El día era soleado, por lo que no necesité abrigo.
Cogí mi móvil para llamar a María y Daniela.
-
¿diga? –me dijo la dulce voz de María.
-
Mari, soy yo, ______
-
¡hola ______!
-
¿quieres venir al centro comercial? Necesito
distraerme un poco.
-
Está bien, pero ¿te importa si llevo a mi
hermano? Mi padre me ha pedido que lo cuide…ya sabes.
-
¡claro! No hay problema.
-
Muy bien, entonces te veo allí en 20 minutos.
-
De acuerdo, adiós.
Ahora llamaré a
Daniela, espero que no esté ocupada.
-
¿hola?
-
Daniela, soy ______
-
¡Hola ______! ¿qué te cuentas?
-
No mucho, ¿quieres venir al centro comercial con
María y conmigo?
-
Uhm, espera. Debo mirar mi agenda. –por dios que
chica tan ocupada. – ¿te parece si nos vemos en 20 minutos allí?
-
Me parece perfecto, justamente quedé en eso con
María.
-
Muy bien, nos vemos entonces.
-
Chao.
Ya está. Planes
para hoy hechos, me pregunto qué es lo que querrá Harry… ojalá sea lo que yo
estoy pensando. Caminé por un rato hasta llegar al recinto y allí se encontraba
María con su pequeño hermano, un niño de aparentemente unos cinco años. Ojos
claros y pelo rizado. A decir verdad, me recordaba a Harry, solo que en
miniatura, era muy gracioso.
-
Así que este es tu pequeño hermanito.
-
Oh, hola ______ -dijo María al verme. –él es
Tom. -el pequeño esbozó una sonrisa al verme.
-
Hola –me dijo -¿tú te llamas ______? Eres muy
guapa…
-
Hola cariño, sí, yo soy ______. Gracias, eres un
encanto.
-
¡Mirad! por allí viene Daniela. –dijo María
señalándola.
-
Hola chicas… y ¿tú eres? –dijo Daniela
refiriéndose al pequeño Tom.
-
Yo me llamo Tom y tengo seis y vivo en Londres
con mi hermana y mi papá.
-
¡Oh dios mío María! No me habías dicho que tenías un hermano tan
adorable. Ven aquí Tom. Yo soy Daniela.
Mientras Daniela
jugaba con el pequeño, María y yo hablábamos de mi “cita” con Harry.
-
¿así que por fin le dirás que te gusta? – ¿Acaso
todo el mundo sabía más sobre mis sentimientos que yo misma?
-
No me digas que tú también… no me gusta Harry, ¿nadie
lo entiende?
-
Bueno, bueno. No te pongas así. Eres tú la que
lo das a entender.
-
¿Pero cómo que…? Me rindo, pensad lo que
queráis. –era imposible darle a entender razones a esta gente.
-
Chicas, -dijo Daniela acercándose a nosotras con
Tom de la mano. -¿vamos a por un helado?
-
Sí, tengo que refrescar mi cerebro por un rato.
–dije.
-
¿Harry? –dijo ella consiguiendo que me
sorprenda.
-
¡Sí! –exclamé con total frustración. –es por
Harry, ¿contentas? Estoy harta de que la gente sepa más sobre mí que yo.
-
Tranquila amiga, estamos contigo. –dijo apoyando
sus manos en mis hombros.
Fuimos a comer
el helado y le conté a Daniela que Harry me había llamado para algo. Todavía no
le había dicho a nadie lo que ocurrió días antes en el parque, y no tenía
intenciones de hacerlo. Eran las cinco y tenía que ir a mi casa para
arreglarme. Me despedí de las chicas y de Tom y me fui andando, el centro
comercial no estaba muy lejos de casa. Entré y para mi sorpresa Diana estaba
allí, con Louis.
-
¡hola! –saludaron los dos al unísono.
-
Hola –respondí un poco más fría.
-
¿Qué pasa? ¿te has levantado con el pie
izquierdo? –me preguntó Diana haciéndose la graciosa.
-
No, me he despertado y no te he visto. Por lo
menos podías haber dejado una nota ¿no?
-
Te dije por la noche que estaría con Louis.
-
La verdad es que cuando estoy dormida no suelo
captar muy bien las cosas que me dices.
-
Me dijo Harry que saldrías con él –dijo Louis
para intentar calmar el ambiente.
-
¿no te habrá contado otras cosas verdad?
-
¿cosas como qué?
-
Nada, olvídalo. Me voy a dar una ducha, Harry viene
a buscarme dentro de hora y media.
-
Pásalo bien…ya sabes…duchándote.
-
Louis, déjalo. Creo que pierdes tu gracia cuando
estás con mi hermana.
-
“L’amour”
-
Aj
Me alejé de ellos
lo más rápido que pude y me adentré en el baño con una toalla. Una relajante
ducha era lo que necesitaba. Terminé y sequé mi cabello. Me puse un vestido
rojo de encaje, no muy casual, pero tampoco demasiado formal. Unos tacones
cerrados de cuero y me maquillé lo suficiente. Delineé mis ojos con un lápiz negro
y me apliqué un pintalabios color carmesí. Volví a cepillar un poco mi cabello
y lista. En diez minutos Harry estaría aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario