Music

Opinión sobre la novela

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capítulo 15. 1/2


Mi móvil comenzó a sonar. Estaba tan cansada que ni siquiera me digné a abrir los ojos, simplemente empecé a tocar todo lo que se encontraba en la mesita hasta que al fin encontré el aparato entre tantas cosas. Mis parpados se abrieron lentamente hasta ver un número desconocido en la pantalla del móvil. No tenía ganas de contestar, pero podía ser importante. Así que pulsé el botón verde y me coloqué el objeto en la oreja.
-          ¿diga? –pregunté con una adormilada voz.
-          Hola ______, ¿Te he despertado?
-          No –mentí -¿con quién hablo?
-          Soy yo, Harry. –no puede ser, ¿Cómo demonios consiguió mi número?
-          ¿Harry Styles miembro de la famosa banda británica del momento, One Direction?
-          El mismo
-          ¿Cómo has conseguido mi número?
-          Tengo contactos. Te llamaba para preguntarte si quisieras salir esta noche conmigo.
-          Lo siento, tengo planes –volví a mentir.
-          ¡vamos ______! Tenemos que aclarar algunas cosas. Por favor. –uhm, esto se pone interesante. No todos los días un famoso te ruega que salgas con él.
-          De acuerdo… si no me queda más remedio tendré que aceptar. –dije refunfuñando.
-          Perfecto –supuse que estaba sonriendo en aquel momento. –pasaré por ti a las siete. –no me dio tiempo a decir nada más, él ya había colgado. Bueno, a ciencia cierta necesitaba hablar con Harry. No podíamos dejar las cosas así, esta noche definiríamos nuestra situación.
Me fijé en que Diana no se encontraba en su cama, quizás estaba en el baño. Me levanté y me puse mi famoso albornoz con estampado de tréboles. Fui hasta la cocina esperando encontrarme a la tía Melisa, pero me equivoqué. Últimamente no veía mucho a mi tía, siempre estaba ocupada en asuntos de los que nunca me hablaba… cogí un bol para prepararme unos cereales y al acabar fui a comérmelos en el salón. Un poco de zapping no estaría mal antes de mi “cita” si es que así se puede llamar. Era temprano, las diez de la mañana, tenía tiempo de hacer otras cosas. Terminé los cereales y fui a cambiarme, Diana todavía no salía de la ducha, que extraño. Algo no iba bien, entré al baño y estaba en lo cierto. Mi querida hermana no se encontraba en la casa. No me preocupé por eso, lo más lógico era que estuviese con Louis y él era una buena persona. Lo que me molestaba de su relación era la considerable diferencia de edad. Tres años son mucho, en tres años la forma de pensar cambia y quizás Louis y Diana no estén pensando en lo mismo, no sé si me lográis entender, yo misma me estoy confundiendo… bueno, hoy por lo menos no me preocuparé por Diana, sino por mí. Me vestí normal, solo iba a ir al centro comercial. Me puse unos jeans ajustados, con una camiseta roja y mis converse, rojas también. El día era soleado, por lo que no necesité abrigo. Cogí mi móvil para llamar a María y Daniela.
-          ¿diga? –me dijo la dulce voz de María.
-          Mari, soy yo, ______
-          ¡hola ______!
-          ¿quieres venir al centro comercial? Necesito distraerme un poco.
-          Está bien, pero ¿te importa si llevo a mi hermano? Mi padre me ha pedido que lo cuide…ya sabes.
-          ¡claro! No hay problema.
-          Muy bien, entonces te veo allí en 20 minutos.
-          De acuerdo, adiós.
Ahora llamaré a Daniela, espero que no esté ocupada.
-          ¿hola?
-          Daniela, soy ______
-          ¡Hola ______! ¿qué te cuentas?
-          No mucho, ¿quieres venir al centro comercial con María y conmigo?
-          Uhm, espera. Debo mirar mi agenda. –por dios que chica tan ocupada. – ¿te parece si nos vemos en 20 minutos allí?
-          Me parece perfecto, justamente quedé en eso con María.
-          Muy bien, nos vemos entonces.
-          Chao.

Ya está. Planes para hoy hechos, me pregunto qué es lo que querrá Harry… ojalá sea lo que yo estoy pensando. Caminé por un rato hasta llegar al recinto y allí se encontraba María con su pequeño hermano, un niño de aparentemente unos cinco años. Ojos claros y pelo rizado. A decir verdad, me recordaba a Harry, solo que en miniatura, era muy gracioso.
-          Así que este es tu pequeño hermanito.
-          Oh, hola ______ -dijo María al verme. –él es Tom. -el pequeño esbozó una sonrisa al verme.
-          Hola –me dijo -¿tú te llamas ______? Eres muy guapa…
-          Hola cariño, sí, yo soy ______. Gracias, eres un encanto.
-          ¡Mirad! por allí viene Daniela. –dijo María señalándola.
-          Hola chicas… y ¿tú eres? –dijo Daniela refiriéndose al pequeño Tom.
-          Yo me llamo Tom y tengo seis y vivo en Londres con mi hermana y mi papá.
-          ¡Oh dios mío María!  No me habías dicho que tenías un hermano tan adorable. Ven aquí Tom. Yo soy Daniela.
Mientras Daniela jugaba con el pequeño, María y yo hablábamos de mi “cita” con Harry.
-          ¿así que por fin le dirás que te gusta? – ¿Acaso todo el mundo sabía más sobre mis sentimientos que yo misma?
-          No me digas que tú también… no me gusta Harry, ¿nadie lo entiende?
-          Bueno, bueno. No te pongas así. Eres tú la que lo das a entender.
-          ¿Pero cómo que…? Me rindo, pensad lo que queráis. –era imposible darle a entender razones a esta gente.
-          Chicas, -dijo Daniela acercándose a nosotras con Tom de la mano. -¿vamos a por un helado?
-          Sí, tengo que refrescar mi cerebro por un rato. –dije.
-          ¿Harry? –dijo ella consiguiendo que me sorprenda.
-          ¡Sí! –exclamé con total frustración. –es por Harry, ¿contentas? Estoy harta de que la gente sepa más sobre mí que yo.
-          Tranquila amiga, estamos contigo. –dijo apoyando sus manos en mis hombros.
Fuimos a comer el helado y le conté a Daniela que Harry me había llamado para algo. Todavía no le había dicho a nadie lo que ocurrió días antes en el parque, y no tenía intenciones de hacerlo. Eran las cinco y tenía que ir a mi casa para arreglarme. Me despedí de las chicas y de Tom y me fui andando, el centro comercial no estaba muy lejos de casa. Entré y para mi sorpresa Diana estaba allí, con Louis.
-          ¡hola! –saludaron los dos al unísono.
-          Hola –respondí un poco más fría.
-          ¿Qué pasa? ¿te has levantado con el pie izquierdo? –me preguntó Diana haciéndose la graciosa.
-          No, me he despertado y no te he visto. Por lo menos podías haber dejado una nota ¿no?
-          Te dije por la noche que estaría con Louis.
-          La verdad es que cuando estoy dormida no suelo captar muy bien las cosas que me dices.
-          Me dijo Harry que saldrías con él –dijo Louis para intentar calmar el ambiente.
-          ¿no te habrá contado otras cosas verdad?
-          ¿cosas como qué?
-          Nada, olvídalo. Me voy a dar una ducha, Harry viene a buscarme dentro de hora y media.
-          Pásalo bien…ya sabes…duchándote.
-          Louis, déjalo. Creo que pierdes tu gracia cuando estás con mi hermana.
-          “L’amour”
-          Aj
Me alejé de ellos lo más rápido que pude y me adentré en el baño con una toalla. Una relajante ducha era lo que necesitaba. Terminé y sequé mi cabello. Me puse un vestido rojo de encaje, no muy casual, pero tampoco demasiado formal. Unos tacones cerrados de cuero y me maquillé lo suficiente. Delineé mis ojos con un lápiz negro y me apliqué un pintalabios color carmesí. Volví a cepillar un poco mi cabello y lista. En diez minutos Harry estaría aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario